
Había una vez, un ardilla llamada Hugo. Hugo era un piloto de avión quien trabajó para la aerolínea Vueling. El era el piloto de un vuelo de Paris a Barcelona con un avión Airbus A320-200. Era un vuelo normal y todo iba bien, hasta que sobrepasaron Andorra. Después de sobrepasar Andorra, los dos motores dejaron de funcionar!
Hugo comunico con la torre de control de Zaragoza y también con la de Barcelona. Aunque el aeropuerto de Zaragoza estuvo mas cerca para aterrizar, Hugo y su co-piloto decidieron intentar aterrizar en Barcelona. Pobres no sabían que hacer y solo intentaron mantener el avión en el cielo para el máximo tiempo posible.

Cuando realizaron todos los procesos de emergencia, Hugo comunico con la torre de Barcelona y intento mantener el avión en el cielo para que no se choque con nada. Cuando Hugo y su co-piloto realizaron que no iban a llegar hasta Barcelona, intentaron girar y irse e intentar aterrizar en Girona, que seria mas complicado.
Hugo comunico con la torre de Girona que tenían una emergencia. La torre de Girona no se tomo esto con calma, porque cuando toda la torre de control escucho la llamada de emergencia, todos comenzaron a tener un pánico que casi les salto el corazón de todos. La torre de Girona siguió comunicando con el vuelo e intentaron pensar que hacer, porque no se habían preparado para una emergencia como esta.
El avión ya estaba muy cerca del aeropuerto de Girona, y en Girona aun no han contactado con los servicios de emergencia. Cuando Hugo pregunto la situación en la torre y en el aeropuerto, y la torre de Girona contestó: “La situación es, que aun no hemos contactado los servicios de emergencia, y no sabemos que hacer.” Hugo no tenia palabras para lo que escucho.

Intentó sugerir algo para la torre para que estén preparados. La torre escuchó las ideas de Hugo, y se prepararon para recibirles en el aeropuerto. Faltaban pocos kilómetros para el avión para que llegue al aeropuerto, y cuando Hugo quería desplegar las ruedas del avión, no se desplegaban! No tenían ni ruedas, ni motores.
Los servicios de emergencia estaban preparados, y cuando el avión ya estaba en vista, todos estuvieron con alerta. El avión aterrizó sin las ruedas, pero como no podían parar, el avión siguió deslizándose por el asfalto de aterrizaje, y paró justo antes del final del asfalto. Todos los pasajeros se evacuaron del avión y nada resultó herido.
Hugo recibió medales de la Administración Federal de Aviación por controlar el avión y manteniendo la calma y aterrizando el avión sin peligro.
FIN
Illustraciones por: Gergo
Escrito por: Gergo